Parlamento

Seis meses de decretos que debemos corregir en beneficio de todos

Por María Concepció Tarruella, portavoz del Grupo Catalán-CiU en la Comisión para las Políticas Integrales de la Discapacidad del Congreso de los Diputados

26/07/2012

Llevamos ya seis meses de legislatura, meses donde la vida política y parlamentaria ha sido, y es muy movida y preocupante.

Si algo ha caracterizado estos meses, y creo que coincidimos la mayoría, es que ha sido un periodo de sobresaltos por los Reales Decretos que el Gobierno nos ha presentado sin ningún tipo de consenso.

Y si un Real Decreto Ley (RDL) afecta, sin duda, a la agenda política de la discapacidad es el 16/2012 de Medidas urgentes en el ámbito sanitario así como todo lo que hace referencia a la Ley de Autonomía personal  y atención a la dependencia

Además, en estos momentos, están ya avanzados los RD que desarrollan algunos aspectos de los anteriores y que afectan, de una manera muy especial, a las personas con discapacidad.

Preocupación que, desde nuestro grupo político, hemos denunciado y que haremos todo lo posible para que sea corregido.

Voy a referirme brevemente en algunos de estos aspectos del RDL 16/2012 de Medidas urgentes para garantizar el sistema nacional de salud y mejorar la calidad y seguridad de sus prestaciones

En primer lugar, nos preocupa que en la condición de asegurado y beneficiario no queden excluidas de la cobertura sanitaria ni farmacéutica personas con especial vulnerabilidad como son las personas con discapacidad que padecen enfermedad mental en situación de precariedad social debido a las dificultades para acreditar los requisitos burocráticos previos para acceder al sistema.

También nos preocupa el desarrollo de la prestación ortoprotésica ahora en la cartera de servicios suplementaria, siendo una prestación básica para muchas de las personas con discapacidad

El desarrollo que pueda hacerse del transporte sanitario no urgente es otro, así como desarrollar de una manera clara y precisa el estatus de enfermo crónico para que puedan hacerse excepciones en las prestaciones que precisen.

Un aspecto positivo que quiero resaltar es la celebración de los 30 años de la LISMI Ley que marco un antes y un des pués en el mundo de la integración de las personas con algún tipo de discapacidad, pero donde todos estamos de acuerdo que ahora tenemos que seguir avanzando para adaptarla a la realidad de nuestros tiempos.

Como se puede ver, la agenda para la discapacidad de estos meses pasados es muy preocupante si no podemos corregirla en muchos aspectos, lo que nos lleva a prever que nuestro trabajo ,a partir de ahora, también ha de ser intenso para lograrlo, además de impulsar nuevas medidas y vigilar también que los nuevos cambios anunciados por el Ministerio de Sanidad y Servicios Sociales sean consensuados con los representantes de la discapacidad organizada, además de con los grupos políticos para que estos cambios sean en beneficio de todos.